Sombras. La indiferencia es culpable

Es una noche tranquila de patrulla, o al menos eso es lo que pensaban los agentes Paco y Jorge, que recorrían la ciudad sin noticias de incidentes hasta que decidieron hacer un descanso para tomar un café nocturno a la una de mañana, después de dar el primer sorbo, un fuerte alboroto les sacó de la cafetería encontrándose de frente con Javier, completamente desnudo y con el cuerpo cubierto de sangre. Después de que consiguieran reducirlo y trasladarlo al hospital, y tras las pertinentes pruebas, comprobaron que la sangre era humana y no era suya. Con estos antecedentes el inspector jefe Sánchez y la inspectora Gómez tomaron las riendas de la investigación empezando por el viaje nocturno que hizo Javier por la calle y cuyos indicios les llevarán a encontrarse con algo que jamás hubieran pensado encontrarse.